Para Todo Público Publico...

Lo que un hombre o una mujer debe hacer para convertirse en un cuentista de gran éxito.

1. Dignificarás la literatura por sobre todas las cosas. Para esto, procurarás lisonjear, no sólo el trabajo, sino también otros aspectos de vida, a cuanto escritor conozcas, con el fin de ocupar un lugar en el espacio, o cerca de su espacio. Esto, siempre que de dicho escritor pueda obtenerse un beneficio.
2. Criticarás, siempre, positivamente el trabajo de todo escritor (de acuerdo con el criterio del primer punto), en espera de que, siempre, recibas el favor de regreso. Sólo criticarás negativamente el trabajo de escritores competidores, aunque sólo en presencia de otros escritores quienes, por fortuna, compartan tu misma opinión. Nunca dirás de frente a un escritor que su trabajo es una vil porquería, y procurarás no utilizar ninguna expresión similar al respecto. Jamás, bajo ninguna circunstancia, criticarás negativamente el trabajo de un escritor de quien puedas conseguir un beneficio cualquiera: desde una cerveza, hasta una beca del FONCA
3. Asistirás a fiestas, reuniones, presentaciones de libros, escuelas de escritores, cantinas y estadios donde otros escritores de renombre se reúnan, para conseguir espacio para promover un taller literario, la oportunidad de dar una conferencia, y en el mejor de los casos, conseguir una beca o un premio, como retribución a tus constantes sacrificios sociales.
4. Procurarás escribir; lo que sea. La calidad no será un impedimento para tu éxito literario: lo será la forma como consigas dominar (te) en el espacio.
5. Escribirás siempre textos que sean esperados, convencionales, sin intención alguna de cambio, innovación o recreación literaria. Escribirás lo más neutral y parecido posible a tus contemporáneos, con el fin de que ninguno pueda verse -demasiado -por encima de los demás.
6. Confiarás ciegamente en el criterio de correctores de estilo, directores de editoriales y cualquier otro miembro de la comunidad literaria cuya opinión sea relevante para la pubicación de tu texto. Modificarás y/o ajustarás tus palabras, ideas e intenciones con el fin de que todas éstas sean aceptadas por los criterios de quienes están en posición de publicar tu texto.
7. Afirmarás, constantemente, que el trabajo tuyo y el de tus contemporáneos, se considera la literatura de vanguardia. Despreciarás a los escritores de Best Seller y jamás permitirás que se note la envidia que de ellos sientes.
8. Procurarás tener siempre maestros y estudiantes: líderes y seguidores. Los primeros, para hacer caso de sus recomendaciones; los segundos, para mantener la cadena funcionando. Es importante que la dinámica no se vea modificada: como líder, dictarás lo que debe o no escribirse y como seguidor, te someterás a las reglas que otros impongan. La determinación de quién resulta ser líder y quién seguidor es directamente proporcional a la cercanía del individuo para conseguir la beca, el premio o la publicación del texto en cuestión. Así, el maestro puede rápidamente convertirse en alumno cuando el alumno -original, ahora convertido en maestro -es, por ejemplo, hijo del dueño de la editorial o empleado de Conaculta.
9. Jamás; jamás; jamás dirás que un lector es un estúpido, banal, inútil o imbécil (pues, por principio, es para quien escribes). Por el contrario, siempre, siempre, siempre venerarás y defenderás el derecho del lector a leer e interpretar, de la manera más amplia posible, tus textos, sin importar lo estúpidos, banales, inútiles o imbéciles que éstos sean.
10. Procurarás hacer caso de los escritores cuyos beneficios has obtenido o pretendas obtener, aunque esto implique repetir tus mismas fórmulas, cumplir ridículamente con todos sus requisitos, y procurar no dejar inconclusos los puntos que te sean solicitados.

Comentarios al margen del decálogo
1. La redacción original del decálogo -y cuya traducción o modificación resulta ser anatema, pues su autor utilizó manos más divinas que las propias -sólo habla de "escritores de quienes esperas obtener un beneficio". Para efectos de Caza de Letras, es importante hacer notar que dicha acepción debe ser ampliada de la siguiente manera: "escritores de quienes esperas obtener un beneficio o a quienes esperas beneficiar directamente, para obtener, indirecta y posteriormente un beneficio". Quizás resulte redundante esta opinión; se incluye para ampliar la visión -limitadísima, de por sí -del lector de estas líneas.

2. Para efectos del minificcionista de éxito, el decálogo es perfectamente ajustable: cuando se hable de textos, se hablará de minificciones. Recordemos que la opinión en torno a cualquier línea escrita, puede o no ser -o convertirse en -una minificción, o una obra maestra, o un genial aforismo, según la opinión que de ella se forme la comunidad literaria, cuyos criterios para discriminar están siempre relacionados, directamente, al beneficio que del texto -o el escritor -en cuestión, puedan obtenerse.

Para ejemplificar un poco el decálogo, incluimos unas breves ficciones abnegadas...

Álvaro
"El trabajo de Carlos Cuauhtémoc Sánchez me parece de una novedad y una proeza literaria sorprendentes. Se dignifica la función del lector al grado de que se le otorga el permiso para inmiscuirse dentro de la literatura y considerarla, desde adentro, como una pieza de redacción lógica, coherente y con un estilo puro innegable."
Álvaro Enrigue, dos meses antes de firmar contrato con Grupo Editorial Diamante para la publicación de su novela "Ángeles Impenetrables"

Alberto
La UNAM ha logrado, mediante este espacio de expresión literaria, no sólo unir a la comunidad de escritores en ciernes de nuestro país, sino de todo el mundo. Por otro lado, nos ha permitido comprobar que los nuevos medios electrónicos son capaces de ayudarnos a crear una novedosa forma de literatura. Además de que la respuesta de la comunidad ha sido sorprendente. Tenemos comentarios constantes de cuatro lectores, y más de doce comentaristas adicionales.
Alberto Chimal, en entrevista, previo a la discusión sobre la asignación de presupuesto para la partida "Virtuality Literario"

Mónica
Pues la verdad es que es mi amiga, y me encantaría que la invitaras otra vez. Ya autorizamos el presupuesto, pero yo con ella tengo lazos que son más que de amistad, ¿sabes? Me parece una escritora formidable, y la presencia de una mujer entre los miembros del jurado dará una mejor imagen del concurso.
Aitana Valverde M, en conversación privada con Alberto Chimal, después de la autorización de presupuesto para la partida "Virtuality Literario"